Dirigido a todas aquellas
personas que comparten conmigo la afición por los animales y a su vez por la fotografia.


lunes, 18 de enero de 2010

Parques zoológicos


Hay dos formas de enfocar la fotografía de animales en un zoológico: por un lado, hacer retratos y primeros planos, y por otro, tomar fotografías del entorno en las que, además del animal, mostramos el recinto donde se exhibe. Si nos interesa lo primero, nos aproximaremos todo lo posible -físicamente y con el objetivo- evitando el fondo, ya que no se trata del hábitat natural del animal. Pero si lo que pretendemos reflejar es que se trata de un zoológico, el encuadre ha de mostrar los límites del recinto y el modo en el que el animal se relaciona con él.
No cabe duda de que existen muchos tipos de zoos, desde los que confinan a los animales en jaulas de reducidas dimensiones hasta los que disponen de recintos extensos que imitan el hábitat natural de cada especie. Reflexionemos sobre lo que queremos transmitir: si creemos que el espacio destinado a los animales es insuficiente, tratemos de mostrarlo en la foto; si creemos que es adecuado dejemos que prevalezca esa sensación.
Primero haremos una visita de reconocimiento para observar a nuestros modelos, anotando cuándo están más activos y en qué zona del rincón.
Necesitaremos un teleobjetivo largo, por ejemplo un 300 milímetros, para hacer primeros planos o retratos, o bien uno más corto con teleconvertidor. La mayoría de los zoos no imponen restricciones sobre el hecho de hacer fotos, así que usemos el trípode sin miedo. Por otro lado, con teleconvertidores se pierde bastante luz, lo que nos obligará a usar una película rápida.
Calcular la exposición puede ser complicado -los osos polares y los osos negros pueden engañar al exposímetro en sentidos opuestos-, así que, para estar seguros, mediremos la luz en un objetivo neutro o en una cartulina gris.

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